Daniel Charquero

Moradas. 2009

La exposición colectiva se tituló Moradas y tuvo lugar en toda la segunda planta del Palacio de la Mosquera. Dicha planta estaba completamente abandonada, sin energía eléctrica y con el paso del tiempo plasmado en sus paredes. La belleza del abandono, la decadencia y el vacío.
Cada artista presentaba su obra en una de las habitaciones. Mi espacio tenía el techo muy alto y abovedado (como toda la planta), tres puertas y dos ventanas, como dos grandes luceros por donde entraba un torrente de luz hacia el interior.

Morada. Estancia, permanencia por algún tiempo en un sitio. Morar. Habitar, residir, vivir.

Estas son algunas definiciones que hace Maria Moliner de la palabra morada. Si me remonto a mi primera morada, pienso en el cuerpo de una mujer. Nuestra primera estancia, nuestro primer habitáculo, nuestro primer refugio. A partir de ahí, nos pasamos toda la vida buscando un lugar para poseer y habitar.
El origen ya no existe y si miramos hacia adelante, no sabemos hacia dónde vamos.
Estuve habitando, morando en ese espacio durante una semana, durante esa estancia dibujé una cama con cinta adhesiva sobre suelo y paredes. Solo desde un punto de vista se podía ver la forma de la cama, a medida que te movías por el espacio la forma se se iba transformando en otra cosa, La intervención se completó con dos dibujos de gran tamaño.

“El límite es el verdadero protagonista del espacio como el presente es el verdadero protagonista del tiempo”. Chillida


Cama. Cinta adhesiva sobre el suelo y pared.


Cama. Cinta adhesiva sobre el suelo y pared. Otro punto de vista.


Equilibrio inestable. 300 x 110 cm. Acrílico sobre papel.


Transitoriedad perpetua XV. Acrílico s/ papel. 100 x 152 cm.


Transitoriedad perpetua XI. Acrílico s/ papel. 160 x 152 cm.