Residimos en una sociedad codificada, globalizada y con unas normas preestablecidas para mantener el control de acuerdo con determinados intereses.
En este escenario codificado vivimos y aquí es donde cada uno, como puede, procura hacerse un lugar. Un lugar donde la convivencia y la comunicación a veces no son fáciles.
En esta serie mi intención es hacer hincapié en la comunicación, en los gestos y en las relaciones a través del cuerpo. A su vez, es una invitación a preguntarnos desde donde nos relacionamos, ¿desde la comprensión, compasión?, ¿para aprender, conocernos, cuidarnos?
En nuestro cuerpo está escrita toda nuestra historia, el cuerpo es sabio, es una entidad viva y la relación con él determina la relación con el todo. Y, naturalmente, a través de él también nos comunicamos y expresamos nuestras emociones, lo que nos pasa, aún sin tener consciencia de ello. Cuerpos que se expresan desde la vulnerabilidad.
El lenguaje corporal se emite y transmite a través de los gestos y de los movimientos en el espacio.
Este trabajo lo empecé a hacer a partir de acciones concretas y performance que dejé materializada a través del dibujo, reflejando así el cuerpo al desnudo y en diferentes situaciones; llevando esta experiencia a formatos de gran tamaño y empleando como técnica el dibujo y la pintura.
En esta hora indecisa, quizá algo firme quede.
Acrílico y carboncillo s/ lienzo. 89 cm x 146 cm. 2018
Mi cuerpo es mi casa.
Acrílico y carboncillo s/ lienzo. 200 x 200 cm
"Hecho de agua, una mano tendida, inaprensible".
Acrílico, guoache y carboncillo s/ lienzo. 65 x 100 cm
Un sonido esperanzado en tu pecho germina.
Acrílico y carboncillo s/ lienzo. 195 cm x 130 cm
Acrílico, guoache y carboncillo s/ lienzo. 100 cm x 195 cm
"Llegaste y viste. Y, ahora, el mundo está en tus ojos"
Acrílico y carboncillo s/ lienzo. 73 cm x 73 cm
"Rostro desnudo,
llueve sobre el mar,
en el fondo del agua
se oye mejor el corazón".
Acrílico, guoache y carboncillo s/ lienzo. 50 x 100 cm. 2020